8/05/2012

Garcia.-

Suelo encontrarme abrazado por la sorpresiva musa generalmente en solitarias noches y es folclorico ya su comportamiento y erraticidad. Ha de retirarse de la misma forma en que se presenta en silencio y haciendo quilombo. Como siempre.
No hace mucho conmemoré el 26 aniversario de mi nacimiento (no me gusta la frase feliz cumpleaños), sin embargo
me acostumbré a contemplar en mis manos arrugas que no llegaron de una vida que aun no termino de vivir. Sobre todo en situaciones como la actual cuando Morfeo no solo no me recibe, se caga de risa desde atras de esa puerta de rejas oxidadas.
Que hijo de puto que sos, eh! le exclame con una sonrisa sin rencor.
Así que sin mas remedio que no hago otra cosa que caminar por la vereda, sin levantar la mirada. Jamás tropiezo con nadie porque no hay con quien. 

Vuelvo a descubrir y recordar, siempre, que sin importar cuanto esfuerzo esta mi expresion mi verdadera voz permanecera en frecuencias inaudibles para ellos. Esos humanitos que Amo y odio todos los dias.
Mientras el sol entra despacito con calma y paciencia salté de la cama para refugiarme en lo de García. Cosa que jamas habia hecho pero volveria a hacer.
La voz de este anciano que no es me resulta cautivadora y sus casas afrancesadas y habitaciones perfumadas con cronicas diarias me recuerdan porque me enamoré de muchas cosas. Y me recuerda a mi mismo en otros momentos.

Sin moverse ni milimetros Morfeo contempla al caminante sin gestos ni comentarios. Para ser sincero deberia agradecerle, tal vez mas tarde lo haga.
Los pajaritos ya estan orquestando. A sus pies deambulan algunos pelotudos. De esos que escapan a la cama e intentan subsistir nocturnos.

Sin salir de esta silla me senté en el cordón de la vereda y prendí un cigarrillo. Es mentira que te calma, o te relaja. Pero te da algo que hacer mientras escuchas las neuronas cagándose a patadas. Lo veo como un placebo psicológico muy eficaz y a decir verdad me gusta mucho.
No debería haber dormido hasta las seis de la tarde... lo hecho, hecho esta.
A diferencia de quienes conozco de mi misma generacion ya no busco aturdirme con música, menos aun alcohol (Aunque me fumaria un porro de vez en cuando). El silencio habita la casa, excepto por el cantar de esos pajaritos y el gato que esta vomitando. Y es ideal el clima para escucharme.
Después de muchos años logré ordenar mi cabeza y los pensamientos salvajes ya no me violan todo el tiempo. Sin embargo siempre queda algún rebelde caminando por el pasillo. Pero como todo cobarde cuando esta solo no es tan agresivo.

Me estoy escapando de la gente. De toda. Los escucho con Amor porque asi me nace. Hasta que mi Amor propio pone un parate y aprendí a fabricar silencio mental para sobrevivir aunque no siempre funciona.

En los ultimos meses no hago mas que verme acompañado por sensaciones y aromas humanos. Algunos propios de este cuerpo y otros no. Esos son los peores. Desconozco la raíz del hecho pero es tanta la potencia que podria reconocer en la oscuridad haciendo uso de mis facultades olfativas nada mas. Quiero evitar que me mal entiendan. No acuso de falta de higiene, aunque en algunos casos podria recomendar profundidad en el aseo. 
Mis manos huelen a humo frío. Los fumadores me entenderán. Mi coleccion de perfumes y colonias es inutil.
Suelo bromear "mi olfato nunca falla" refiriendome a mis corazonadas. Que por cierto nunca fallan, y eso es cierto.


La mujer que Amo esta en este mismo momento en mi cama. Sola. Y yo perdiendo el tiempo aun en lo de García. Esperando que de una vez por todas ceda unos centimetros la discriminación de Morfeo. Solo lo suficiente como para que permita a esa puerta enorme abrirse un poquito y dejarme entrar.
No es posible negociar con él. No voy a intentarlo.
Pero no me voy a quedar aca sentado contemplando una vejez que no llego aun y que no se va.

Deseadme suerte.


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