10/06/2012

Hasta luego remo y timón.


Planeé mis viajes a las profundidades en altamar sin haber pisado jamás un bote. Siendo terrible ignaro del izamiento de velas dibujé en la imaginación una flotante ciudad que no podría más que naufragar por su propio peso.
Es una historia que llevo repitiendo varias veces ya.
El mismo error por Amor a un sueño soñado a destiempo.
Un logro no tan difícil si acaso fuera yo impulsivo. Sin embargo me siento orgulloso de abandonar la carga. Tantas veces.
Hace no mucho tiempo en tierras de Morfeo volví a abandonar este cuerpo y mis latidos cesaron una vez más. No fui yo quien despertó en amarguras esta vez. Mis últimos suspiros fueron custodiados por mi familia. La familia que vivo y disfruto. Y la que no.
Los detalles aunque inexactos fueron suficientes para cincelar el mensaje. Y después de un par de lagrimas pobres y conmemorativas empecé a soltar de a poquito los amarres de este anhelo a destiempo.
Tan así que se volvió utópico y silencioso. Sobre todo silencioso.

Necesite un par de horas reloj a solas con veneno para dejar decantar todo esto. Porque ya no quiero mentir más. Mentirme más. Con falsos inicios o amagues de corregir el curso.
Siempre supe mentirme muy bien. Obviamente también supe hacerme el pelotudo cuando convenía.
Un par de solitarios puchos alcanzaron y al ser firme conmigo mismo abrí esas manitos chiquitas y deje volar las metas, las ganas y los llantos ahogados.
No tiene gracia preguntarte todo, tengo que aprender a leer el universo- dije hace poco.  Y creo que el primer párrafo de esta prosa cósmica y universal fue un frenazo antes de terminar mal.
Teóricamente somos todos un Muy Bien 10! Con carita de galleta. Sin embargo sobran enojos y reclamos, ruedas que no giran y muertos que no se callan. Felicitaciones! Fracasos disfrazados…
Estoy aburrido de humanizar tanto a veces.
Por supuesto que todo tiene consecuencias y si no fui claro es por mi culpa. No es que quiera desmerecer a los personajes que acompañan pero acá el protagonista soy yo.

Me voy a quedar sentado en la arena, con los pies descalzos y el escaso y finito pelo que me queda a merced del viento (placebo de libertinaje) observando sin envidias las ajenas embarcaciones siendo abrazadas por las olas de este mar sin sales.

En tinta gris y con honor.

Love is destructive.

No hay comentarios.: