6/27/2013

Yo tambien.-

Al igual que las últimas fiestas de fin e inicio de ciclo estas no fueron dignas de artificiales destellos ni brindis honorarios. Todavía estoy intentando descifrar a que se debió la paliza que me dejo regurgitando bilis y tosiendo doblado en el piso del baño, mi respiración corría maratones, las paredes se movían solas y mi transpiración goteaba helada.
Rompí el folclor de las reuniones y honoríficas consideraciones por muchas razones hace ya varios años y realmente no encuentro en mi ni vagas intensiones de reavivar esas costumbres tan clásicas entre congéneres y el hecho de que mis laborales nocturnos me obliguen a dormir de día me servia como excusa perfecta para dejar apagado el teléfono. Salí de casa mareado aun y con repentinas ganas de escupir el estomago completo por momentos así que lejos de seguir los consejos que cualquiera pudiera revolear con sabiduría heredada del boca en boca durante añares de charlas pelotudas me prendí un cigarrillo y caminé. Caminé rápido porque era tarde, y caminé como pude porque el tobillo izquierdo se me había revelado una vez más. Supe desde los primeros indicios que la raíz de todos estos malestares residía mas allá de los físicos aunque sigo ajeno al entendimiento y hasta dentro de unas horas tendré que vivir con la duda.

Mi noche empezó intensa y terminaría siendo mas intensa aun pero no me quejo, no ahora que me permití tomar aire y experimentar las emociones que yo pedí porque se me aburría el cardiaco. Y postergue mis expresiones para no acusar, ni atentar contra mi propia decisión. Y no me permito hablar mas del tema, al menos por el momento porque para mi sorpresa y aburrimiento no me cansé de despedirme aun, aunque llevo tantos ratos de tipeo dedicados al desenlace que ya perdí la cuenta.

Inicie mi última temporada repitiendo fallos y caprichos, negando y aun queriendo establecer un golpe de estado a gobiernos de corazones extranjeros hasta que fui exiliado con honores. Increíble pero cierto. 
Tarde menos que horas en retomar la marcha y no me arrepiento, avancé con la esperanza mancillada y sin miedo y me probé, sobre todo a mi mismo, que podía morir en el combate danzando sin sangrar ni titubear. Estrené tácticas viejas sin uso y me quede hablando solo una vez más. Y confirme mi teoría sobre los profetas en su propia tierra tantas veces... 
Confiaba en mis experiencias viejas creyéndome hábil caminante y un día lloré como nena reanimando un nervio muerto hasta que me vi. Me vi y empecé a reír. Literalmente. Ya me tome mi recreo, ya no tengo tiempo para esto porque el tiempo es eterno e inexistente y quienes aun están lo suficientemente cerca para oírme saben que el reloj que uso es porque me encanta, no porque lo necesite.
No voy a negar que me enojé, que me tropecé y hasta creo que volví a buscar problemas en alguna que otra ocasión pero sigo volviendo a casa, mas tarde, mas temprano a veces, vuelvo a casa. A mi paso, con prisas y lentamente, tan lento que desespero a veces.

Me niego a promediar aunque tenía ganas, pero realmente solo quiero dormir un poco y perderme en el silencio que no conozco, en los mimos de la almohada y perder el tiempo dedicándomelo a mí. Estoy sin ánimos de ustedes y con poca tolerancia al mundo así que solo voy a hacer lo que hago siempre y que las huellas del sendero hablen por si solas.
Estoy cansado y la piel se me esta descascarando.

Yo también quiero ser libre, eterno y otoñal.

2 comentarios:

sandra dijo...

Te lei, una y otra vez y practique la lectura transversal y la que atravieza., no se porque me dolio mi Solar,

Erec Tortle dijo...

No esperaba menos de una bruja vieja! lamento la fea sensacion, pero asi era, y asi fue mucho tiempo. Esas cosas no pueden ocultarse a quienes saben leer mas alla de las lineas impresas.

Besos y abrazos corazon!