9/25/2013

Recreo etérico

Entré en la tienda de dulces y chocolates seguido por mi acompañante quien, momentáneamente, permanece en el anonimato. Claramente soy protagonista de mi experiencia y no solo porque soy quien experimenta, soy el centro de atención ni bien ingreso en el pulcro salón donde soy recibido por una mujer alta, de rasgos simples y legibles con facilidad, su pelo atado con cola de caballo permite absorber sus escasos gestos. 
Me guió a sentarme y relajarme y aunque desconozco intelectualmente este lugar, a esta mujer y a quienes están presentes pero no hay en mi ni rastros de desconfianza, lo cual es raro pero reconfortante. 


Tomé asiento frente a una pared con un marco de madera de puntas redondeadas, vetas brillantes y barnizado perfecto. Fijé mi atención en los detalles y relajé mis pensamientos, mis músculos y dejé caer cualquier distracción. Desplegué mi conciencia con la facilidad que solo logro en sueños y salí de mi en forma de luz, como un grano de arena, como una estrella de micro cosmos solitaria navegué por el aire con dudas y sin miedo, así de simple y complejo. Me acerqué lentamente flotando hacia ese marco en la pared a velocidades indescriptibles. Y lo digo así porque no puedo saber si fui rápido o lento, si fui veloz o estático, algo común cuando el tiempo se detiene y tuve miedo de lastimarme estrellándome contra la pared, pero recordé que abandone mi cuerpo en esa silla y que no soy quien suelo ser, o si, pero de una manera diferente. Rocé el inferior izquierdo esquivando como aeronave en pleno vuelo el marco amaderado y sorpresivamente la pared nunca existió y comencé un viaje de estrella fugaz a través de capas y dimensiones de marcos y vuelos acrobáticos atravesando paredes sin masa una y otra vez. 

Después de unos tres o cuatro pasajes hallé un agujero negro, un portal al que apunte mi cuerpo de estrella-luz y logre ver antes de pasar un bosque gigante con verdes de tonos dignos de cuentos, frutas y flores, una cascada y el perfume de la naturaleza es tan real que vuelvo a dudar de todo ¿Como estoy oliendo sin cuerpo con nariz? 
La velocidad de la sinapsis siempre me sorprendió pero ya no me cuesta abandonar mis trenes de pensamientos. Volé a través del portal mágico y no hallé ni bosques ni cascadas, ni frutas ni flores. Estoy en ese local de baldosas blancas perladas acercándome rápido y amenazante a alguien que tome por el cuello violentamente y recosté en una mesada de metal. Mi visión semi-consciente periférica esta atónita, mi visión central y conciencia presente no permite distracciones. Y si, se que puede ser confuso pero se que algunos pocos de ustedes entienden cuando hablo de diferentes hilos de pensamientos en una misma conciencia, de diferentes conciencias en una mente y de escapar al tiempo abandonando mis cuerpos. Confío en ustedes.

Asalté feroz a la criatura de cabello negro largo y descuidado y acerque mi rostro inexistente al suyo, solo entonces note que no es humana, pero tiene ciertos rasgos femeninos, su ojo izquierdo y el mio se aproximan como planetas por estrellarse y percibo el amarillento de su esclerótica como vida escapando. 
Atravesé su pupila como un agujero de gusano en el espacio y por algunos momentos perdí total conciencia y referencia de tiempo y espacio. Estoy algo confuso pero sin miedos, lo cual es algo digno de destacar en mis viajes y ahí estoy parado en el medio del salón como si nada hubiera pasado.

Me siento un poco diferente. Mis dedos se mueven con resistencia, todo esta levemente borroso y lento, y empecé a entender donde, o cuando me encontraba. Siento el éter en mis físicos cuerpos, siento el ambiente, soy el ambiente, soy todo lo que hay. Soy. 
Busqué instintivamente a mi compañero y ahí estaba en la puerta del local ahora mas borroso. Miles me miro con una sonrisa picarona y compinche y me acerque a saltitos lunares con una sonrisa que desconozco en este lado del velo desde hace mucho. Grité emocionado, y jugué con mis extremidades como un chico, y expandí mis percepciones a toda la habitación para no perder un solo detalle de todas estas personas sentadas delante de monitores, de la anfitriona supervisando todo y entonces quise compartir la experiencia con mi humana preferida. Te busqué sabiendo donde estabas porque así es, y te vi tan radiante y ornamentada, tan pacifica y silenciosa, luminosa y eterna. Somos amigos viejos, asi que te grité con alegría y una lagrima dulce en los ojos. Me respondiste con una sonrisa casi imperceptible que se perdió en los bailes de tus vestimentas de colores y luces y me sentí tan libre y despojado de todo, tan suelto y en existencia pura que no supe expresarme y bailé. Si, del otro lado del velo Tortle baila de alegría. Incluso a mi me cuesta creerlo.

Nadé y volé a través de los bosones y de la nada misma encapsulada en una tienda de chocolates, inflé el pecho y me desplacé de todas las formas que se me ocurrieron, porque allá puedo sacarme las ganas de hacer lo que acá la física no me permite, asi que hay que aprovechar esos recreos etéricos.


Sin anuncios las luces se apagaron lentamente y el cardíaco se disparo en señal de alerta y protección pero acá mando yo, porque es MI recreo. Mentalicé mi cuerpos y creé luces nuevamente que no dejaron un solo rincón en sombras y me vanaglorié por la calidad de un logro tan simple como prender la luz agitando mis manos y verbalizando mi deseo. Asi de novato.
Me reí con mi cuerpo nuevo (uno que me hice estando de aquel lado) y atravesé los marcos de maderas casi sin voluntad. Se que tengo que volver pero me quiero quedar un poco mas. 
Nadie responde, de ninguna forma humana, pero se que es tiempo de volver y acepto. Las luces se apagaron de a una secuencial mente y todo oscureció con una profundidad extrema. Me aterra la idea de verme sumergido en la total ausencia de luz y no poder ver, souvenir de mi ojo ciego, sin embargo relaje mis instintos.
Siento una presión en la ceja izquierda que aumenta paulatinamente y vuelvo a sentir mis piernas y mi espalda. Estoy sentado en la silla apoyado en la mesada de metal babeando. Vuelvo lento y consciente -Estas bien? te sentís mareado?- me pregunto la señora cola de caballo. 
No le respondí, suelo hacer esas cosas. 
Los muchachos delante de los monitores están atareados leyendo datos de mi viaje a través de marcos de maderas y agujeros de gusanos -ritmo cardíaco normal, presión sanguínea estable, actividad cerebral- etc, etc, etc. -Periodo de tiempo transcurrido cinco minutos
-Tres horas. Estuve tres horas, no cinco minutos. Viví tres horas de tus cinco minutos (si, despectivamente lo dije). El muchacho me corrige, lo ignoro mientras otro sonríe comprendiendo mas de lo que dice.

Miles ya no esta, mi humana preferida ya no flota cerca del techo en desdoblamientos y yo volví en paz de mi viaje al otro lado del velo. Tengo mucho mas que decir sobre los detalles pero no son para hoy, tal vez en otro momento. 
Salí de la tienda de chocolates de baldosas blancas y decoración roja caminando con mis piernas y extrañando ser esa estrella del micro cosmos viajero de planos y dimensiones.







No hay comentarios.: