Me sonrojé como un niño, sonreí
con vergüenza. Sentí curiosidad, fui valiente y tuve miedo. Brindé con uno de
mis hermanos y las bendiciones llovieron sobre nosotros, compartimos un abrazo
eterno, una manifestación del Amor universal entre los seres cósmicos resumida
en un abrazo y unos mates. Nos descubrimos y nos encontramos, entendimos y nos
alegramos. Hemos visto más de la vida.
Caminé por Corrientes con el
pecho abierto, las alas desplegadas de par a par y totalmente sorprendido, por
momentos confuso. No sabía que ser feliz era así de magnífico, de intenso y
desbordante, lo recomiendo mucho.
Sospecho seriamente que al
universo no solo le agrada implementar giros argumentales en mi vida, lo
disfruta mucho. Me atrevería que a decir lo goza.
Me sentí ofendido ocasionalmente
y alcé mi voz exaltado, abrumado me pregunté ¿por que? Y eso es algo que no sucede
hace mucho tiempo en mi vida, un presente navideño que no se volverá a festejar
jamás. Guardé el enojo en el estomago toda la noche y me sentí en una montaña
rusa emocional.
Pasaron las horas y volví a sonreír
sin esfuerzos, sin resistencia posible me sentí luminoso y sobre todo
afortunado. Creo que exageré un poco, se me escapó un dramatismo.
Están cambiando muchas cosas a un
paso muy veloz. No siempre es un mecanismo perfecto y en ocasiones los dientes
del engranaje no encajan como deberían a la primera. Aprendí mucho. Y entendí
que entrar en disputa con alguien tan luminoso es realmente intenso. Comprendí
que no solo me peleaba con ella, debía pelear conmigo mismo y mis demonios y
mis angelitos, todos en confrontación. Y supe compartíamos la experiencia.
Estoy trabajando en muchas cosas,
por primera vez en mi vida me sentí interesante, recibí mucha atención y para
ser sincero es la atención que me gusta recibir, en esa dosis y variedad. Me
cuesta mucho concentrarme y postergo, me distraigo, me miento. Hoy no me permití
estancar mis éxitos personales un día más y me senté a trabajar lo más
concentrado que pude. Unos puchos y un te de durazno después, tras haber hecho algunas
correcciones sonaban las ultimas notas de Also Sprach Zarathustra por Richard
Strauss y al poner el punto final estallaron los aplausos y ovaciones. Perdí
toda palabra, me quedé mudo. Estamos ante otra emoción desconocida, nueva.
Será motivada por las creencias o
escepticismo de cada quien, pero eso en mi vida es una señal de que estás
haciendo las cosas bien.
Abracé a mis hermanitos y les
dije todas esas cosas que a mi me hubiese gustado oír. Me vi en ellos, siendo
quien soy y me necesité. Les pedí que hagan arte, cualquier arte, pintura o música,
dibujo o maquetas, pero es necesario. Por su salud, por su progreso y
expresión, por su talento y por la humanidad. El arte es la maravilla que
prosigue a la creación misma de la vida y les va a abrir muchas puertas, y les
va a cerrar otras, pero lo van a Amar. Van a aprender a Amar haciendo arte.
Les dí consejos, les conté anécdotas
y que aprendí de ellas. Compartimos un ratito de hermanos y eso es fantástico.
Son tiempos rápidos y profundos,
ojo.
2 comentarios:
Traté pero no pude. Junté solo algunas. Otras tantas quedaran dando vueltas por ahí...
(Las mariposas)
Lau.
Tierna persona de internet <3
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